LA PULPERIA

 

En un pueblo de la Campania había una pulpería la que todos llamaban LA PULPERIA DE DON ZOILO siempre es escuchaba decir que en esa pulpería donde iban los paisanos a tomar unas copas se oían todo tipo de historias tanto felices  amargas y dulces  se veían todo tipo de romances  donde los  esposos se olvidan de sus compromisos  que los viudos se olvidan de su dolor que los solteros disfrutan de su soltería sin miedo ni culpa mi temor que las penas se oían por los rincones llegándote al corazón y que siempre había una mesa donde se sentaban a jugar truco, conga, ajedrez, ludo, escoba de quince, la payana el nueve y todos los juéguelos que t e puedas imaginar. Me han contado también que se es hacen apuestas y que varios hombres lo han perdido todo que hasta sus propias mujeres ponen en juego  chacras  caballos  comercios todo se apuesta todo es juego esos hombres no miran sentimientos no importa dejar a los hijos sin hogar la escusa que siempre se escucha lo hice para progresar , pero también he escuchado decir que don Zoilo es un hombre honrado de trabajo que al principio fue empleado luego capataz y después hacendado  que tiene los ojos tan cristalinos como el alguna que tiene un espíritu que contagia los años no pasan nunca que tiene más agilidad que un chico de veinte años  que conoce de la vida como pocos que siempre te da consejos y te presta el hombro y el oído sin pedir nada a cambio que tiene corazón noble que a todos tata de igual a igual sin juzgar  hace años tiene su pulpería y la gente se pregunta aun el porqué si cada negocio que se abre se funde al mes s se la única que queda en el pueblo y la única que sobrevivía a la mala racha para llegar tenias que andar  por un camino de tierra a caballo o a pie El c mino era desolado no había arboles  no había vida era un camino de tierra bacía en verano un calor inaguantable los pies se hacían brasas el sol hasta las entrañas te quemaban y trata de llevar agua porque el camino traicionaba los caballos con la lengua afuera llegaban A tiros y con sus patas cansadas  en invierno las noches eran gélidas  ocurras y estremecedoras si vas de noche abrígate bien porque el frio corta la piel  en otoño se siente un aire de belleza Y alguna hoja viajera ves caer pero más nada que eso se ve  en primavera  algún pajarito ves volar y el olor a rosa viajado de acá para allá pero el  problema más complicado es cuando lleve es imposible  pasar  el camino se vuelve lodo y si pasas posible mentes no salgas rápido te quedes estancado pasan días para que se seque y cuando se seca en el camino se ve las huellas de la lluvia los posos quedan pero se ven los paisanos volver a andar e ir a esa pulpería  a todas horas del dia y noches  tardes y madrugadas no hay hora para nada  y en algunos caos  o en la gran mayoría los gauchos o  salen en un estado de ebriedad lamentable pero otros salen normal van a tomar unos tragos y nada mas .

 Un día por ese camino pasaba  un forastero sus ojos eran café y sumo  mirada era como fuego quemaba cualquier piel su piel era morena  pero  cristalina a la vez  sus pisada era segura interesante de ver alto como pocos de arriba te piraba encima del hombro bestia  un sombrero de boca ancha un poncho y botas marrón y en sus manos una carta de amor

Llega a la pulpería después de tanto caminar ya no podía mas entra a la pulpería cabeza baja

Se va a la barra y don  Zoilo lo ve llegar se sienta el la barra  y lo mira y por educación…

Don Zoilo -buenos días forastero

 Forastero -buenos días señor

Forastero me sirve un trago por favor

Don Zoilo claro señor

El forastero se toma una copa y al segundo pide

Mas las copas van pasando hasta que el foratero se larga a llorar

Don Zoilo se le hacerla  y le pregunta

 Don Zoilo – porque lloras

Don  Zoilo – quizás no me conoces pero déjame ayudarte

Forastero – lloro porque tengo en corazón roto mi china

Me dejo y quiero ahogar este dolor con el alcohol

Forastero usted no sabe lo feo que es tener el amor de tu vida y sin razón se fue

Forastero me duele más el alma y el corazón y como no encuentro explicación me

Ahogo  en el alcohol  me duele el alma pero mas me duele el corazón

El forastero toma otra copa …..

Forastero – yo le di todo amor ternura y comprensión le di el corazón desnudo le di hasta mi ultima ilación y todo destrozo trabajo día y noche para darle lo mejor y se llevo  hasta la razón de vivir

Forastero – solo me dejo esta carta que leo una  y otra ves 

¿La quiere leer?

Don Zoilo piensa un instante  y con la vos serena le contesto

Don Zoilo – si deme señor compartamos junto su dolor .

Don Zoilo se sienta tranquilo a leer la carta escrita con tinta azul casi elegible ´porque el papel arrugado esta pero se lee igual.

Te escribo esta carta para decirte que me voy valoro todo lo que me has dado pero no me alcanzo te has olvidado varias ves que soy mujer la rutina cada día fue consumiendo el amor se que te estoy lastimando se que  mala agradecida quizás soy pero me voy tu trabajo consume el tiempo y hasta distante te siento la  culpa no es solo tuya también es la mira pero yo no quiero desperdiciar mi vida y a pesar de que te ame decido partir lejos de ti  no me buques no me llames solo quiero olvidarte anqué  quizás no lo pueda hacer porque te amo pero me iré

Don Zoilo  termina de leer la carta y se acerca al forastero lo mira con nostalgia

Don Zoilo – entiendo tu dolor forastero pero sabe lo que pienso?

Forastero– dígame señor

Don Zoilo – lo mas importante de la vida no es el dinero no es llenar a la gente de lujos no es adornarla con cosas materiales e el tesoro que valioso hace el hombre es el corazón y quizás el amor que esta mujer te daba no era para usted pero sabe una cosa?

Forastero – que que

Don Zoilo  el alcohol no sana heridas no borra el dolor no trae amores no endulza el corazón mañana solo tendrás dolor de cabeza y  una decepción un dolor que solo borra el tiempo  no hay que bajar los brazos no hay que perder la ilusión porque lo que un amor no valoro quizás otro lo haga mejor no lo vides y veras que el tiempo me da la razón

El forastero lo mira a los ojos sonríe y se cae en el mostrador dormido se quedo

FIN

AUTORA Adriana H